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Los gobiernos no suelen hacer bien las cosas: ¿Cómo modificarán las herramientas de e-goverment la naturaleza misma de la democracia?

Autor Lic. Martín Marcelo Sgattoni

Albert Einstein se encontraba en la universidad tomando un examen de física. Uno de los alumnos le dijo que había un problema porque las preguntas que estaba dando eran las mismas del examen del año pasado. “No hay problema”, le dijo Einstein, “Este año, las respuestas ya son otras”.

LOS NUEVOS TIEMPOS

La llegada de la era industrial alteró la estructura socioeconómica del planeta. En apenas cien años la población de trabajadores agrarios pasó del 90% a menos del 3% actual. Quedó demostrado: toda tecnología produce una discontinuidad. La informática en red y la biotecnología serán los pilares de la reformulación del mundo en los próximos cincuenta años. Nace la era de la información tecnológica y está creando una fisura histórica en la forma, habilidades y propósitos de empresas y gobiernos.

Los gobiernos actuales son consecuencias de los modelos industriales del siglo pasado: industrialización vertical, procesos piramidales inflexibles, falta de adaptación. Van dando tumbos de crisis en crisis, sin planes, sin visión. Nuestros dirigentes deben entender que los cambios hacen la diferencia. Las personas tienen grandes expectativas en sus líderes y no se rinden ante el cinismo. La gente quiere y necesita una conducción basada en una ética de servicio. No se trata de ideología, se trata de eficiencia.

Un gobierno que considere al futuro debe tomar en cuenta los problemas que pueden surgir y saber producir cambios de índole preventivo. La política debería funcionar como un oráculo. Anticiparse y prevenir es mejor que dedicarse a poner parches. Hay vida más allá de los próximos comicios.

OÍD EL RUIDO DE ROTAS CADENAS

La era de la inteligencia social es digital. Hasta hace poco el flujo de nuestros capitales era físico: cheques, facturas, libros. En la nueva era de la información, lo digital corta las cadenas entre contenido y envase. El concepto de lo ‘físico’ como inherente y necesario para el intercambio de bienes ya no es válido.

Un gobierno electrónico (gobierno-e) hace uso estratégico de la información y las tecnologías de la comunicación para el mejoramiento de las políticas públicas. Implica un cambio de rol: dejar de ser un proveedor de servicios para ampliar sus capacidades a un sistema de procesamiento receptivo. ¿Se imagina un gobierno que supiera lo que sucede en su país? Se debe utilizar la comunicación electrónica como canal para integrar la administración pública con la sociedad. Es un cambio radical sobre la naturaleza funcional de las organizaciones y sus relaciones.

Estos límites borrosos producen nuevos modelos emergentes que necesitan de un gobierno de relaciones. Un organismo de puertas abiertas que cambie la mismísima naturaleza de la democracia. Es un proceso que implica romper las paredes para trabajar hombro a hombro con los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales, sociedades nacionales e internacionales y el ciudadano individual.

PRIVACIDAD Y CONFIANZA

La era de la Inteligencia Social trae nuevos debates en torno a cómo reformular el rol de lo tecnológico con relación a la privacidad, los poderes, la igualdad social y el proceso democrático en sí mismo. La ley 25.326 garantiza el derecho de cada ciudadano a que sus datos personales sean protegidos. Pero, ¿tenemos una cultura democrática que nos permita confiarle a nuestros gobiernos estos datos? ¡Qué difícil decir que sí, ¿no?! Entonces, ¿cómo podemos recuperar esa confianza? La solución está en la ‘democratización’ de la administración pública. El rol de las instituciones no gubernamentales como órganos de fiscalización del gobierno es fundamental. Los sistemas de e-goverment deben apoyarse sobre tres pilares: el gobierno, el soporte técnico y las instituciones que fiscalicen y colaboren en el procesamiento y protección de la información.

UN CASO REAL Y… ¡ARGENTINO!

Una de las cuentas pendientes de la política es la distribución de las estrategias y decisiones. Es necesaria una descentralización del conocimiento y de las decisiones buscando colaboración en la comunidad y sus instituciones (después de todo, es allí donde suceden las cosas ¿no?). El proyecto http://www.miangelguardian.net/ agrupa a varias instituciones médicas de la Argentina bajo el objetivo de desarrollar un modelo de historia clínica informatizada que permita realizar estudios y relevamientos para la definición de políticas de salud que respondan a las necesidades reales de la población.

‘NO HAGAS SIEMPRE LO MISMO’

Esta estructura de ida y vuelta del nuevo gobierno cambiará el modo en que nuestra sociedad identifica y resuelve conflictos. Pondrá a los encargados de tomar decisiones al frente de los problemas y los respaldará con datos reales. Decisiones tomadas sobre la base de información verídica hacen que estas sean acertadas e inapelables.

El desarrollo de estos emprendimientos puede significar un potencial de exportación para el país. Los próximos 30 años traerán un apetito desmesurado por estas tecnologías en todo el mundo. Quien de el primer paso sentará precedentes y estándares irrevocables para los que quieran sumarse después. El conocimiento es un producto tan exportable como cualquier otro y puede sentar los cimientos para la gran estructura internacional futura. Los países viven y mueren dependiendo de sus ventajas comparativas.

Es el momento de ensayar nuevos modelos de toma de decisiones políticas. Nos incumbe el cambio. Acerquemos nuestras cabezas a lo nuevo. Al igual que Einstein, deberíamos entender que los problemas suelen ser los mismos, pero las soluciones evolucionan. Fue él también quien dijo: ‘Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo’.

Los pesimistas y los onanistas son el mayor lastre de una sociedad. Unos por su negatividad y otros por su desidia, se refugian en la supuesta inviabilidad de los cambios y apuestan a la ‘practicidad’ de lo ya existente. Nuestra clase política está llena de ambos. Me recuerdan las sabias palabras de Mafalda quien al encontrarse en la calle con unos obreros abriendo una fosa les pregunta: ‘¿Están buscando las raíces de lo nacional?’. Uno de los hombres le responde: ‘No nena, un escape de gas’. Y Mafalda mientras se aleja del lugar piensa: ‘Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante’. Quiero estar del lado de los optimistas que creen que somos capaces de convertirnos en lo que queremos ser.

Sin transparencia operativa, la nueva intangibilidad de nuestros capitales que mantendrá el tejido social vivo no podrá circular ni evolucionar. El futuro de la estructura político/social de los países dependerá de la capacidad colectiva de los pueblos de crear Confianza. ¿Podremos?

Autor Lic. Martín Marcelo Sgattoni.

Este artículo ha sido publicado en la revista FOLLOW UP (publicación del Club de Egresados de la Universidad de Palermo).

Este artículo ha sido publicado en Revista INTER PHARMA (publicación de la Sociedad Argentina de Marketing Farmacéutico).